martes, 1 de diciembre de 2009

He visto "Lenny" (Oda al cine, al stand-up... y a Internet)

He visto mucho cine en mi vida. Recuerdo haber visto a los ocho años “La guerra de las galaxias”, y jamás olvidaré lo que fue ver por primera vez a Darth Vader en pantalla, en ese pasillo, viniéndose a cámara rodeado de aquellos guardias blancos; jamás olvidaré la primera vez que oí su respiración. Ni la imagen de su puño cerrándose sobre la nada, ni a su súbdito, a dos metros de distancia de él, llevándose las manos al cuello y quedándose sin aire. Jamás olvidaré el primer vuelo del Halcón Milenario.

viernes, 23 de octubre de 2009

Las vueltas de la vida


El primer recuerdo que tengo de haber visto teatro en mi vida, se remonta a la década del setenta, fines de ella; yo no tenía diez años aún. La obra se llamaba “Maratón”, y mis padres nos llevaron a todos sus hijos a verla después de haberla visto ellos algunos días antes, y habiendo flasheado como pocas veces les había pasado. En la obra, de importante tono existencialista, tres tipos miembros de un contingente de maratonistas, corrían de manera constante en el mismo lugar. Y hacia el final de la obra, el escenario se llenaba de barro y los tipos terminaban embarrados de pies a cabeza. Ese detalle había impactado en mis viejos (detalle que habían comentado en un almuerzo por lo que representara en el contexto dramático de la obra y que cautivara nuestros infantiles oídos por sus sucias características), y sus hijos fuimos por primera vez al teatro a ver una obra de adultos, pero para presenciar precisamente ese momento: cuando el escenario se convertía en una suerte de chiquero.

domingo, 20 de septiembre de 2009

He tenido mucho tiempo

He tenido mucho tiempo como para hacerme el loco,
he cambiado muchas veces mi principio y mi fin;
he sangrado por la herida que me hice en la otra vida,
he ganado la experiencia que más de una vez perdí.

He tenido mucho tiempo y lo he perdido a mi modo,
siempre con el mismo anhelo de volverlo a encontrar
retozando en tu almohada, a la orilla de tu cama,
o en relojes con agujas que van sólo para atrás.

He tenido mucho tiempo como para enamorarte
y he perdido cuánta chance se me pudo presentar.
He dejado el pasado en la esquina de tus labios,
he ganado el futuro en la idea ideal.

He tenido mucho tiempo como para hacerme el loco,
y no es que me ponga viejo, ni que hable por hablar,
pero, en serio: es muy cierto cuando digo que te quiero,
lo he tenido mucho tiempo, no lo puedo guardar más.